haciendo ochos

Hoy ha sido un día intenso, duro, pero satisfactorio.



Me estoy adaptando mejor de lo que yo creía a la ciudad, bueno, la experiencia de haber vivido en Madrid ayuda mucho, ya estoy familiarizado con el metro, con las distancias largas y esas cosas.



Yo recuerdo que cuando oía hablar de Barcelona siempre me preguntaba ¿por qué gusta tanto a la gente? no es por nada, Barcelona merece muchos elogios como ciudad pero está claro que la ciudad no son bellas por sus edificios sino por sus personas (a este respecto debo de decir que Huelva es una de las más bellas en las que he estado). Y entonces empiezo a comprender todo, Barcelona es abierta, es plural, es mediterránea, es cosmopolita, es gran ciudad y es familiar, es accesible, es posibilidad.



Como decía hoy ha sido intenso porque ya estoy buscando piso, y no es fácil: aquí el cambalache no existe y hay que echar mano de internet, que por un lado es una ventaja y por otro no tanto, como casi todo. Y bueno, el balance no ha sido malo, un de los pisos me ha encantado, tanto por la casa en si como por los compañeros, pero ellos tienen que decidir quien de todos los que han ido a verlo les gusta más (espero pasar el casting), si no mañana sigo con otra lista de casas para ver. La verdad que oferta y variedad no falta pero es importante escudriñar y dar con el acertado, hay que tener en cuenta muchas cosas (precio, fianza, zona, compañeros, comunicaciones...)



Lo que más pena me da es almorzar solo, no sé porque pero puedo hacer de todo solo menos comer, siempre prefiero comer acompañado que sólo.