sábado, 26 de julio de 2008

Gaudí


En anteriores visitas a Barcelona había tenido la posibilidad de visitar la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona, que sin duda es de una belleza y originalidad admirables. Pero por cuestiones de tiempo, o prioridades la verdad que nunca había entrado en la Casa Batló o en la Pedrera, otras dos joyas de su arquitectura ubicadas en Barcelona.

No sabría como calificar la experiencia, pero tengo claro que nadie se queda indiferente después de cruzar la puerta de alguno de estos dos edificios, y se encuentra de repente en salas ensoñadas, dependencias mágicas, formas circulares, inspiraciones vegetales, tejados que parecen estar derritiendose, chimeneas que se tuercen sobre su eje, arcos que similan costillas de ballena, balcones que se asemejan a calaveras... lo menos que puedes hacer es dejar volar tu imaginación, y que las sensaciones que te producen formas, paredes y colores inunden tus sentidos.

No me dejo de sorprender en esta ciudad, y haber redescubierto a Gaudí ha sido todo un placer, una de esas experiencias que te marcan y por las que agradeces a la madre que parió semejante genio con tal imaginación desbordante.

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