lunes, 1 de diciembre de 2008

Matemáticas

A veces mi función en el colegio es simplemente estar en la clase, como un niño más, sin romper la dinámica. Son los momentos en los que pienso ¿para qué estoy aquí? Pero bueno, después están los días que los niños realmente necesitan ayuda y una atención especializada y se hace muy necesaria mi figura. Lo ideal es que no me necesiten en todo el día, ello si que significaría que mi presencia no hace falta; y en ese objetivo he de trabajar. Lo pienso y es contradictorio, mi trabajo consiste en que no me necesiten, al menos cada vez menos.

En estos momentos de "ser niño" he de confesar que disfruto muchísimo. Yo cojo un folio, atiendo a la clase, e incluso tomo algún apunte que otro, sobre todo vocabulario en catalán. Algunos niños me miran extrañados y seguro que piensan... ¡Este tío debe llevar repitiendo quinto un siglo!

Me gustan especialmente las clases de matemáticas, cuando yo iba a la escuela se me daban fatal y ahora me doy cuenta de todo lo que me dejé por detrás en aprender. Las mates nunca se me dieron bien pero lo poco que aprendí además me di bastante prisa en olvidarlo. Ahora, con 23 años, me sorprendo a mi mismo mirando atentamente a la pizarra intentando volver a comprender aquello que tanto siempre me costó.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaime:

En el fondo me hubiese encantado ser matemático (suena bien, eh?), me parece una ciencia apasionante. Pero en algún momento de mi infancia, alguna incompetente maestra no tuvo la capacidad de enseñarme a restar llevando bien...jamás olvidaré un día que me obligó a quedarme como una hora más en el colegio hasta que terminase las restas llevando y yo no daba pie con bolo. Lo recuerdo con mucha amargura y no se me olvida. Desde entonces, siempre pensé que yo "era de letras", pero me he dado cuenta de que es de las mayores tonterìas que se pueden decir y todo depende de cómo nos acerquen al conocimiento, de lo atractivo que nos lo hagan, y de que no nos lo intenten a la fuerza. Así que ya sabes, enseña a esos niños a amar la Historia, las matemáticas o las ciencias naturales. El futuro (académico/profesional) de esos niños lo tienen los que se dediquen a la educación. No es ningún juego y creo que no somos conscientes de la importancia que podemos tener. (Qué pesimismo...). Suerte

Juan

Anónimo dijo...

Jaime:

En el fondo me hubiese encantado ser matemático (suena bien, eh?), me parece una ciencia apasionante. Pero en algún momento de mi infancia, alguna incompetente maestra no tuvo la capacidad de enseñarme a restar llevando bien...jamás olvidaré un día que me obligó a quedarme como una hora más en el colegio hasta que terminase las restas llevando y yo no daba pie con bola. Lo recuerdo con mucha amargura y no se me olvida. Desde entonces, siempre pensé que yo "era de letras", pero me he dado cuenta de que es de las mayores tonterìas que se pueden decir y todo depende de cómo nos acerquen al conocimiento, de lo atractivo que nos lo hagan, y de que no nos lo intenten meter a la fuerza. Así que ya sabes, enseña a esos niños a amar la Historia, las matemáticas o las ciencias naturales. El futuro (académico/profesional) de esos niños lo tienen los que se dediquen a la educación. No es ningún juego y creo que no somos conscientes de la importancia que podemos tener. (Qué pesimismo...). Suerte

Juan

Anónimo dijo...

ENVIDIO JAIME TU PASION POR LAS COSAS Y TU FORMA DE CONTARLO, EN ESO NO PARECEMOS BASTANTE .
GRAN ENTRADA ,GRACIAS DE NUEVO POR RECONCILIARME CON LA ESPECIE!ABRAZOS ADOLFO

Puro amor dijo...

Jaime me has recordado también mi mala experiencia con las matemáticas y las ciencias en general que se inició en el colegio. Recuerdo que hicimos un maraton de matemáticas que consistía básicamente en hacer en un plazo record todos los ejercicios del libro. Estuve con mucho estres, me tuvo que ayuda el novio de mi madre y no creo que esa fuese la forma de hacer amar los números. Yo sólo deseaba que el profesor no me preguntase...porque como es lógico nunca pude cumplir a tiempo los plazos de entrega...

Anónimo dijo...

jajajajaja!! a mi me encantaban las mates de pequeña!! tuve algún problemilla porque durante 2º y 3º de EGB estuve más tiempo en casa malita que en el cole, así que cuando aparecía por clase, mi seño organizaba un concursillo tipo UN DOS TRES en el que yo era la presentadora, y el resto de niños los concursantes: yo iba preguntando las tablas de multiplicar y así me las iba aprendiendo! Me encantaban las mates, pensaba que "era de ciencias" y me dedico a las letras!!! cosas de la vida!

Rociojimenezp dijo...

Yo con mucha pena me uno al "Soy de letras",no tengo malos recuerdos de las mates exceptuando el último año que las di en 4º de ESO que la profesora era pésima pero aún así conseguía aprobar.
siempre he odiado los dichosos problemas porque no era capaz de resolverlos :(

Eáránë dijo...

Anonimo estoy de acuerdo contigo, a mi las matematicas me las enseñaron fatal y al no saber me daban de lado y me dejaban cada vez mas atras, esos llamados profesores, para mi les queda grande ese nombre. De mayor hice administracion y finanzas y lo saqué, teniendo muchisima ayuda de los profesores... es que hay algunos q solo van a cobrar y a encargar trabajos... vagos.